Apoyo a sus reivindicaciones democráticas y por el derecho a la sindicalización.
Sin perder de vista que tanto la policía y las Fuerzas Armadas son las instituciones pilares del Estado Capitalista Burgués, que su principal rol es la represión de las luchas y la defensa de la gran propiedad de los empresarios, terratenientes y transnacionales, tampoco se puede desconocer que estas instituciones están atravesadas por las contradicciones de la lucha de clases.
En el actual e inédito movimiento de los suboficiales y sargentos de las Fuerzas Armadas, que desde [hace] casi un mes salen en marchas de protesta pidiendo reivindicaciones democráticas, bajo el lema de “descolonización”, lema en el que se engloban sus demandas, que son el cese de tratos discriminatorios y serviles por parte de los altos oficiales y las restricciones en el acceso a oportunidades de educación superior especializada –que sí está reconocido para oficiales–, estamos siendo testigos de las grandes contradicciones de la lucha de clases en esta institución.
Pues para nadie es desconocido que los suboficiales y sargentos provienen de estratos sociales subalternos, son hijos de campesinos, obreros y sectores populares.
Como nunca, su movimiento llegó a declarar una huelga de suboficiales, desde el lunes 21 de abril, razón por la cual el alto mando militar, negándose a atender sus demandas ha dado de baja y retirado a más de 715 suboficiales, alegando abandono de sus puestos, todo con el abierto apoyo del gobierno de Evo Morales.
Seguramente, habrá algún fanático de los esquemas que diga, que no se puede apoyar este movimiento porque “apoyar a que logren sus reivindicaciones es generar mejores condiciones para que repriman al pueblo trabajador”, olvidando las enseñanzas de los maestros del marxismo que, precisamente, recomendaban profundizar las contradicciones de clases que atraviesan estas instituciones, para atraer a la tropa hacia el lado de las luchas de los trabajadores.
Por eso, en este movimiento, es un deber de los revolucionarios respaldar la demanda de los suboficiales y sargentos, rechazar el retiro de los 715 miembros dados de baja, exigiendo su reincorporación, pero además explicar a las bases de los suboficiales la necesidad de que su luche reivindique el derecho a la sindicalización.
En ese marco, denunciamos la vergonzosa actitud de los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), que desconociendo la simpatía y respaldo espontáneo del pueblo trabajador con las movilizaciones de los suboficiales, se pone del lado del gobierno y el alto mando con su silencio cómplice.
Artículo publicado en Lucha Socialista N.° 33, mayo-junio de 2014.-
