En este 1º de abril, después del acto de "descomemoración" de los 50 años del golpe militar en Brasil, la sede del PSTU Río sufrió un atentado criminal.
Miembros del Frente Independiente y Popular (compuesto por MEPR [Movimiento Estudiantil Popular Revolucionario que se reivindica maoísta], organizaciones anarquistas e independientes), como ellos mismos se llamaban, trataron de romper nuestro local y arrojaron escombros de madera entre las barras del portón que acabaron por quebrar el vidrio de una de nuestras salas. Además, lanzaron de la calle una piedra que quebró el vidrio del balcón donde se encuentra el local. Fueron cerca de 15 miembros de la FIP, que ingresaron en el edificio con la intención de invadir y más de 30 que aguardaron afuera. Una cobardía total.
Durante el intento de invasión amenazaban a nuestro presidente estatal Cyro García, que estaba en el interior del local, y afirmaban que seriamos obligados a dormir allí, fugitivos dentro de nuestro propio local para que no fuéramos golpeados a la salida en la calle.
La agresión fue muy similar a los métodos utilizados por los fascistas y neonazis contra las organizaciones de trabajadores, como también las prácticas estalinistas del siglo XX que persiguieron política y físicamente a los que se atrevieron a criticar la línea oficial de Moscú.
Realmente somos totalmente diferentes de la FIP y de las organizaciones que lo componen. Tenemos otro método, política, concepto, y principalmente, otra moral. Nacimos en la lucha contra la burocratización del estado soviético y las purgas estalinistas. La democracia operaria es un principio para nosotros. Para el PSTU, no vale todo para derrotar a nuestros adversarios en el campo de la izquierda. No vale la mentira.
El PSTU no agredió a nadie. Aquellos que dijeron que sufrieron alguna agresión, fueron vistos en IFCS [Instituto de Filosofía y de Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ)]sin ninguna señal de agresión. De hecho, el mismo miembro de la FIP que depredó el local, fue recibido en él por nuestros compañeros minutos antes de comenzar el conflicto.
Nuestras diferencias con la FIP no son de hoy. En la huelga de la educación municipal, los miembros de la FIP dibujaron, en un cartel, una dirigente del Sepe [sindicato estatal de docentes] en la horca. En esta misma asamblea, llevaron matones para intimidar a los educadores. Nuestros dirigentes son constantemente insultados en marchas, con blasfemias como "entreguista", “amarillo”, "ladrón". El edificio de nuestro local fue pintado con la siguiente frase: " PSTU + Black Bloc".
Somos totalmente conscientes que el FIP es heterogéneo, y que incluso algunos de sus miembros se han solidarizado con nosotros y condenaron el intento de agresión. A ellos les damos nuestro agradecimiento y respeto. También sabemos que hay anarquistas que están contra estas prácticas odiosas. En este comunicado, estamos denunciando aquellos que participaron directa o indirectamente en la acción, así como aquellos que no toman posición o escriben mensajes desastrosos en las redes sociales.
Sin embargo, responsabilizamos a la FIP y a las organizaciones que participaron, porque fue así que se identificaron los agresores. Los conocemos bien, sabemos sus nombres y todos saben que son parte del FIP. Estamos a la espera de pronunciamientos oficiales de todas las organizaciones que se reivindican de izquierda sobre lo sucedido.
Los ataques contra el PSTU se justifican en la realidad porque nunca dimos un cheque en blanco a los Black Bloc, el FIP etc. No estamos de acuerdo con sus acciones, métodos y conceptos. El debate político y el conflicto de ideas siempre ha sido una tradición en el movimiento obrero. Marx, Engels, Lenin y Trotsky escribieron artículos e incluso libros para polemizar contra sus oponentes políticos que se localizaban dentro del marco de la propia izquierda. Dirigentes anarquistas de los siglos XIX y XX también se cansaron de polemizar públicamente contra los marxistas. Sin embargo, la FIP, y principalmente, el MEPR eligieron el camino más fácil y despolitizado: calumnian y denuncian como "sapos" a todos aquellos que están en desacuerdo con sus políticas. Quien introdujo esta mala práctica en el movimiento obrero fue el estalinismo, que intentó callar a todos aquellos que denunciaba los privilegios de la casta burocrática de la ex URSS y China.
Precisamente, en los días que recordamos todos los crímenes cometidos por la dictadura militar y todos aquellos que perecieron para construir un mundo libre de la opresión y la explotación, fuimos atacados por la FIP, que cumplió el papel de la policía y del gobierno en este 1 de abril.
Nuestra corriente en Brasil tiene más de 40 años trabajando en la clase obrera y en la juventud. Sobrevivimos a los “años de plomo” y también a la democracia burguesa. Enfrentamos los neonazis el 20 de junio de 2013, en defensa de las banderas de la izquierda y de todo activista social. ¡No estamos y nunca seremos intimidados por aquellos que no tienen ninguna historia. ¡Respeten nuestras tradiciones!
Ya hemos iniciado una amplia campaña en el movimiento social organizado para condenar y prohibir esta práctica injustificable. No vamos a parar hasta que votamos en todas las categorías y entidades el rechazo de esta monstruosidad digna de los activistas. Mañana será otro día.
