Los obreros metalúrgicos de la Mabe ocuparon las dos unidades de la multinacional mexicana en Campinas y Hortolândia (San Pablo), luego de tres meses sin cobrar los salarios y del decreto por la Justicia de la quiebra de la empresa.
Por: Marcos Margarido
La Mabe es la fabricante de cocinas y heladeras de las marcas Dako y Continental y es propietaria de 49 empresas en el exterior. Desde 2013 entró en un proceso de ataque a los trabajadores, con el cierre de la planta de Itu (San Pablo), despidos en Campinas y Hortolândia a fines del año pasado, con el no pago de los salarios de diciembre ni el aguinaldo (13°) a los 1.900 empleados.
El no pago de los salarios se repitió en enero y febrero, además de la falta de depósitos de los FGTS [Fondo de Garantía del Tiempo de Servicio] durante los últimos nueve meses. A partir del 18 de enero, cerca de 340 trabajadores de la producción y de las oficinas comenzaron a recibir telegramas y telefonemas de despidos sin recibir ningún dinero por indemnización o los salarios atrasados. El 3 de febrero, la segunda parte de la PLR [Participación en Lucros y Resultados] no se pagó. El golpe final vino con el decreto de quiebra dictado por la jueza del proceso, que ya estaba en curso.
Ocupación
Desde el 22 de diciembre de 2015, el Sindicato de los Metalúrgicos de Campinas y Región promovió un campamento frente a las fábricas de Campinas y Hortolândia. El 15 de febrero realizó una marcha frente a cada planta, lo que llevó a las ocupaciones.
El primer día de la ocupación, con la participación de algunas centenas de trabajadores, demostró mucha unión, con división de tareas como las de vigilancia y la preparación del almuerzo.
Los dirigentes del sindicato informaban a los trabajadores regularmente sobre lo que ocurría, y había una noticia no confirmada de que la propia Mabe habría requerido de la jueza una negociación por la posibilidad de un comprador de la empresa en quiebra y la continuidad de la producción. Lo que se decía era que la propia Mabe continuaría como la propietaria con un nombre de fachada, librándose de las deudas laborales y con los proveedores, además de recontratar solo a una parte de los actuales empleados, con el piso salarial del sector. Un verdadero golpe fraudulento. Por eso, hay mucha disposición de lucha y por mantener la ocupación.
Exigimos un posicionamiento del gobierno
Los productos de la línea blanca (electrodomésticos) tuvieron exención del IPI [Impuesto a la Producción Industrial] durante años, engordando los bolsillos de patrones que ni siquiera pagaban a sus trabajadores. Además de eso, la Mabe recibió varios préstamos a intereses bajos del BNDES [Bando Nacional de Desarrollo Económico y Social] para ampliación y modernización de sus instalaciones, que nunca pagó. Varias máquinas están empeñadas por el BNDES.
Por eso, exigimos que el gobierno Dilma expropie las dos unidades de la Mabe sin indemnización, para ponerlas a producir bajo el control de los trabajadores –que ya demostraron disposición para eso– y garantice la estabilidad en el empleo de todos, revocando los recientes despidos.
Además, debe confiscar los bienes de los propietarios para garantizar el pago de los salarios atrasados, el aguinaldo y el PLR. Eso es lo mínimo que un gobierno que un día tuvo apoyo de los propios obreros de la Mabe puede hacer para garantizar una vida digna a aquellos que construyen la riqueza del país.
- ¡Todo apoyo a la ocupación de la Mabe!
- ¡Estatización, sin indemnización, bajo control de los trabajadores!
- ¡Pago de todos los salarios y otros beneficios atrasados!
- ¡Estabilidad en el empleo y readmisión de los despedidos!
Traducción: Natalia Estrada.
