Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

Brasil: la única campaña revolucionaria

Todos vimos el mostrador en el que se negoció el apoyo del PTB, el DEM, el PP, el PR, el PSD, el Solidariedade y el PRB. Varias de estas siglas son desconocidas para el populacho. Ellas forman el llamado “centro”. Son partidos y parlamentarios que, en el Congreso corrupto, se venden al mejor postor.

Por PSTU-Brasil

El PSDB y Alckmin, el partido y el candidato más queridos de la mayor parte de la burguesía, apostaron más y se llevaron a estos partidos. Si sale electo, descubriremos cuáles fueron las tenebrosas transacciones, mediante las cuales la madre patria será robada una vez más.

Cuando esta gente se fue con Alckmin, Ciro Gomes se debilitó. Esa jugada, movida más por el apoyo de los pesos pesados de la burguesía que por la fuerza del PSDB, aisla otro candidato del campo burgués: Bolsonaro, que corre desesperado detrás de un vice.

Ciro, candidato del PDT, todavía pelea con el PT para ver quien se lleva el PSB o si se mantiene neutro, liberando así diferentes coligaciones en los estados. Manuela D’Ávila, del PCdoB, debe mantenerse como candidata para solo después decidir si se retira a favor de Lula o de Ciro o si se mantiene.

El MDB de Temer, a pesar de que la mitad o más está en la canoa de Lula, debe lanzar a Henrique Meirelles, el millonario banquero y ex ministro de Lula y Temer. Él quiere ser candidato, tiene solo 1% en las encuestas, pero ayuda a esconder que Alckmin es la continuidad de Temer.

El PT lanzará a Lula aunque esté preso, hasta que pueda buscar un substituto. “Lula libre” es la campaña electoral del PT. Participan de ella el PSOL y el PCdoB, además de Renan Calheiros, Eunício de Oliveira y otros burgueses. El proyecto del PT es un proyecto capitalista, muy parecido al que aplicó en sus 14 años de gobierno, que acabaron como acabaron. El PSOL es el lleva y trae del PT, así como Marina lo es del PSDB.

La pelea entre los diferentes campos burgueses refleja el grado de crisis en que el país está sumergido. Todos ellos – unos más, otros menos – si son electos, pondrán la crisis en las espaldas de los trabajadores. La clase trabajadora no puede continuar siendo rehén de falsas elecciones ni del mal menor, que es lo que la candidatura de Lula representa.

No se puede cambiar el país gobernando para los banqueros, las multinacionales y los grandes empresarios nacionales, como Odebrecht, Bradesco, CSN, OAS, JBS, Itaú, Globo, Votorantim. Sumadas, son las 31 familias brasileñas socias minoritarias de las multinacionales. Son todos super explotadores de la clase trabajadora brasileña. Basta de escoger entre quien entrega 80% o 60% de las riquezas del país; o entre quien hace reforma laboral 100% o 90%; o entre quien hace reforma de la Seguridad Social 90% o 80%.  

La clase obrera, los trabajadores, el pueblo pobre y todos sus sectores oprimidos, negros, inmigrantes, mujeres y LGBTs, deben rebelarse. Incluso, los pequeños propietarios, que también son sofocados por esos monopolios, deben unirse a los trabajadores. ¡Vamos a cambiar este país! Somos la gran mayoría.

Para hacerlo se necesita una rebelión. Una revolución social para que los de abajo derroquen a los de arriba. Será preciso tener un proyecto que acabe con la desigualdad social, el desempleo, la violencia y la explotación y que garantice el fin del racismo, de la LGBTfobia y del machismo.

La burguesía, los medios y las reglas electorales colocan la campaña de Vera y Hertz y nuestras candidaturas en los estados en la invisibilidad. A pesar de eso, esta será una campaña revolucionaria, hecha no solo por los militantes del PSTU, sino también por innumerables militantes socialistas y revolucionarios que estarán en las fábricas, en la periferia, en los barrios pobres, en las escuelas, en los bancos, en el comercio, en el campo y en cualquier local de trabajo, estudio o vivienda de los trabajadores, de los oprimidos (indígenas, palenqueros, del hip hop y los slams, de la juventud), en las luchas de la clase trabajadora, organizando a los de abajo para derrocar a los de arriba. ¡Vamos a presentar un proyecto socialista y a defender una rebelión!

El 10 de agosto es día unificado de lucha con manifestaciones y paralizaciones

En el segundo semestre, importantes categorías estarán en campaña salarial y el gobierno y los patrones quieren hacer avanzar la aplicación de la reforma laboral, la demolición de derechos y las privatizaciones.

Se convocó para el día 10 de agosto un día nacional de paralización y manifestaciones, que tendrá movilizaciones en todo el país. Según la CSP-Conlutas, este día está siendo convocado unitariamente por todas las centrales y será un importante día de lucha. Metalúrgicos, trabajadores del transporte, profesores, servidores públicos, papeleros, petroleros y bancarios son algunas de las categorías que están involucradas en esta lucha, sin contar los movimientos populares. Plenarias están teniendo lugar en los estados para organizar las luchas y las protestas de este día.

Además de eso, al cierre de esta edición, los profesores anunciaban el día 2 de agosto como Día de Lucha en Defensa de la Educación, también preparatorio para el día 10. Ellos se levantaron así contra el proyecto de gobierno federal que prevé cambios drásticos en las bases curriculares de la enseñanza media, conocidas como BNCC. El proyecto prevé una serie de medidas que retiran derechos y promueven la dimisión de profesores y la privatización de la educación pública, aunque sea inconstitucional.

Traducción: Davis

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