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28 marzo, 2024

El papel del partido revolucionario

El PSTU está cumpliendo 22 años. Si contamos las organizaciones que lo antecedieron, como la Liga Operaria y la Convergencia Socialista, son más de 40 años de trayectoria coherente de lucha por la revolución socialista. Cuando vemos la bancarrota del proyecto del PT es importante entender los fundamentos de un partido revolucionario. ¿En qué ideas se basa el PSTU?

Por: Bernardo Cerdeira

El PSTU y la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI) consideran que el sistema capitalista conduce a la humanidad a la destrucción. El capitalismo en decadencia y crisis mundial genera desempleo, hambre, miseria, guerras, violencia, destrucción de la naturaleza y del planeta.

El objetivo del PSTU es acabar con el capitalismo y construir una sociedad socialista. Lo contrario de lo que defiende el PT y otros partidos de izquierda, que creen que el capitalismo puede ser reformado.

Los defensores del capitalismo dicen que el socialismo es una utopía. Utópico, sin embargo, es intentar humanizar el capitalismo. Es imposible tener justicia social y soberanía de pueblos dentro de un sistema basado en la explotación y en la guerra. Los capitalistas, para defender sus riquezas y sus ganancias, no vacilan en masacrar a los explotados. El capitalismo utiliza, también, las opresiones, para dividir a la clase trabajadora y explotarla mejor.

Los revolucionarios combaten el machismo, el racismo, la lgbtfobia, la persecución a los inmigrantes y pueblos indígenas. Luchamos para unir a la clase y acabar con el capitalismo. Para acabar con este sistema es preciso una revolución socialista que expropie las propiedades de banqueros y demás capitalistas e instaure una economía organizada de manera colectiva, controlada democráticamente por los trabajadores y volcada a satisfacer las necesidades de la mayoría. La revolución es la necesidad más urgente y presente de la humanidad para salvar el mundo de la barbarie capitalista.

El socialismo exige una economía mundial planificada al servicio de los trabajadores. Con el fin de la explotación, será posible acabar con las guerras. El socialismo abrirá camino para acabar para siempre con las opresiones.

Los capitalistas dicen que el socialismo fracasó en la ex Unión Soviética, en China, y en el Este europeo. Sin embargo, las revoluciones de esos países fueron usurpadas por dirigentes privilegiados que traicionaron a los trabajadores, instalaron brutales dictaduras y, después, restauraron el capitalismo. Socialismo no tiene nada que ver con eso.

La liberación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores

La clase obrera al frente de toda la clase trabajadora podrá conducir a los explotados y los oprimidos al poder para construir el socialismo. Ese papel es consecuencia de su lugar en el capitalismo como clase que produce toda la riqueza que existe. Un partido revolucionario procura impulsar la organización, la lucha y la confianza de los trabajadores en sus propias fuerzas para gobernar.

El objetivo de una revolución socialista es conquistar un gobierno de los trabajadores basado en consejos populares. El socialismo tendrá la más amplia democracia: los representantes electos tendrán mandatos revocables en cualquier momento y no podrán ganar más que un obrero o un profesor.

Los trabajadores solo pueden llegar al poder si tienen total independencia. Toda alianza con sectores burgueses, como defienden el PT y otros partidos de izquierda, es una traición que lleva a derrotas y desmoralización. Las únicas alianzas que fortalecen a los trabajadores son con los sectores populares, oprimidos y estudiantes.

Un partido obrero, socialista, revolucionario e internacionalista

Al decepcionarse con el PT, muchos pasaron a rechazar a todos los partidos. Esa reacción es comprensible, pero equivocada. Movimientos sociales y sindicatos son fundamentales, pero insuficientes para conducir la lucha de la clase trabajadora para poner fin a este sistema.

Solo un partido revolucionario puede transmitir la experiencia de más de dos siglos de luchas obreras y defender las tareas necesarias para que los trabajadores puedan tomar el poder. Nuestro partido tiene como objetivo principal la organización de la lucha de los trabajadores.

Participamos de las elecciones para divulgar las ideas y propuestas socialistas, fortalecer las luchas y el propio partido. Para nosotros, la elección de parlamentarios se subordina a las luchas y no lo contrario. La organización de un partido revolucionario exige libertad de discusión y actuación centralizada. Parte fundamental de esa democracia es que los dirigentes se sometan a las decisiones colectivas y sean fiscalizados por la base.

La lucha por el socialismo es internacional. El partido revolucionario también tiene que ser parte de una organización internacional. El PSTU lucha para construir un partido de este tipo.

Traducción: Natalia Estrada.

Artículo publicado en Opinião Socialista n.° 521, 21 de junio de 2016.-

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