Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

Documento Nacional – 2º Congreso del PRT 1966



Apoyo incondicional a Cuba Socialista
Por una Federación de Estados Socialistas Latinoamericanos 

Pese a la discusión que indudablemente se ha abierto dentro del partido sobre la política de la dirección cubana a raíz de las declaraciones de Castro, creemos que todavía sigue planteado nuestro total apoyo a Cuba Socialista y sigue vigente nuestra consigna de Federación con Cuba. Hasta tanto no cambiemos nuestra caracterización del Estado y la dirección cubanas, nuestra política hacia ellos tiene que ser la mísma que hemos determinado hace un año. De sacar la conclusión que la dirección cubana ha caído en las posiciones stalinistas y que el Estado cubano es un estado obrero burocratizado, nuestra política evidentemente será otra. 


Hasta ahora hemos considerado que no hay los elementos necesarios para considerar esta perspectiva como la más posible. La organización está siguiendo de cerca el desarrollo de este proceso, y debemos estudíarlo con toda atención sin caer en apresuramientos peligrosos. 

Si bien tenemos necesidad de tener una caracterización no es necesario que esa caracterización la hagamos sin tener los elementos suficientes. Ya 1a organización por no tener los informes necesarios quando se dió la revolución en Cuba, cayó en el error de sacar conclusiones equivocadas a través de las manifestaciones superestructurales o estructuraIes tomadas parcialmente. En el caso actual es mas peligroso, pues lo que tenemos que ver de verdad, es si Castro ahora abre una etapa de frenar la revoluci6n en América, o no. Esto será para nosotros lo decisivo. 

Aclarado este aspecto, reproducimos el material de nuestro viejo documento:

"El tratar de solucionar la crisis a escala nacional pueeo llevarnos a creer que puede darse dentro de sus fronteras. No es así. Somos parte de 1a revolución latinoamericana y mundial, principalmente latinoamericana. Así como somos explotados por el imperialismo yanqui también somos parte del proceso de liberación de su coyunda. Ese es el profundo significado de Cuba, que no hace más que señalar el inevitable camino que tendrá que cumplir cualquiera de nuestros países que se libere del imperialismo, los terratenientes y la burguesía y que comienza el desarrollo socialista económico y político y cultural. Así debemos comprenderlo y para eso darnos objetivos."

"Tenemos que ser conscientes de que todos los pueblos y países 1atinoamericanos tienen los seguientes elementos que los unen: enfrentan el mísmo todopoderoso enemigo -el imperialismo yanqui- y forman parte del mismo continente. Estos elementos comunes no son suficientes para definir a Latinoamérica como una nación, ya que falta para definirla así, la unidad idiomática. En Latinoamérica se habla principalmente el español y portugués, al mísmo tiempo que existen importantes minorías que hablan francés, inglés, quechua, aymará y otras lenguas indígenas. A ello hay que agregarle que un siglo de desarrollo independiente le ha dado a cada uno de nuestros paises una unidad y fisonomía nacional imposible de soslayar. Es asi como los elmentosque unen a la revolución latinoamericana nos obligan a plantearnos el objetivo de los grandes patriotas que iniciaron el proceso de indpendencia de nuestros países, que es la UNIDAD LATINOAMERICANA." 

"Pero esa tendencia· a la unidad tiene que respetar las tendencias opuestas hacia la autonomia de los grupos idiomáticos o nacionales, al derecho de los brasileños, quechuas, mexicanos, cubanos o las guayanas a tener su propia nación independiente. Sólo la Federación de Estados puede lograr la unidad de esas dos tendencias contradictorias hacia la unidad y separación. Pero esta Federación de estados se podrá lograr en la medida en que la clase obrera de cada uno de nuestros países logre derrotar al imperialismo, a la oligarquía y a los explotadores nacionales que defienden su pequeño mercado, y se transformen en nuevas Cubas Socialistas. Es decir, la gran consigna histórica planteada a todos los revolucionarios latinoamericanos, incluídos los de nuestro país, es el logro de una FEDERACION DE ESTADOS SOCIALISTAS LATINOAMERICANOS." 

"Pero como no podemos esperar que los veinte países se hayan transformado en socialistas para hacer esa Federación, todo país que se libere debe plantear inmediatamente la FEDERACION CON CUBA. Hay que popularizar en el movimiento de masas el planteo de la unidad latinoamericana a través de una federación de Estados Socialistas, capaces de superar el egoísmo de las burguesías nacionales que intentan defender su propio mercado de la competencia de otras burguesías más fuertes. Por otra parte, la Federación de Estados Socialistas latinoamericanos, al eliminar las barreras aduaneras hará un gigantesco mercado de todo el continente y al unir a todas las ramas y posibilidades económicas de Latinoamérica, abrirá perspectivas imensas al desarrollo económico, técnico y cultural de nuestro continente". 

Dado el grado explosivo del proceso revolucionario en el mundo y en Latinoamérica, nuestras acciones en la lucha antiimperialista varían de acuerdo a las circunstancias. Es decir nuestra estrategia de apoyo a todos los pueblos semicoloniales en su lucha por la liberación nacional y social no varia, lo que varía es la dirección de nuestros esfuerzos de acuerdo a la intensificación de la lucha antiimperialista, ya sea en un punto o en otro. Viet Cong y Vietnam merece nuestro apoyo incondicional permanente, porque es de lejos el detonante mundial que está acelerando el proceso revolucionario en todos lados. Pero en L.A. por ejemplo, si bien Santo Domingo sigue siendo un polvorín, en los momentos actuales, para nuestra acción, ha dado paso al proceso revolucionario guatemalteco, imponiendo de nuestra parte una actividad distinta a la que encaramos cuando Santo Domingo fue invadido por los marines yanquis. Sin dejar de reivindicar nuestra consigna de: "Fuera los yanquis de Santo Domingo", hoy creemos que lo esencial en la dinámica de la lucha antiimperialista es desarrollar un trabajo parecido a los primeros anos de la revolución cubana cuando se imponía la propagandización de esta revolución. 

En las circunstancias actuales entonces debemos proseguir con el desarrollo de nuestra vieja línea de exigir la formación de un frente único entre las fuerzas armadas de todos los países socialistas, que enfrente el plan imperialista de aplastar al Viet Cong y al Viet Nam del Norte, y por otra parte, llamar a formar comités o comisiones de ayuda al M.R.13 guatemalteco. Estas dos consignas nos van a servir entre otras cosas para diferenciarnos del stalinismo y obligar al Castrismo a una definición sobre el apoyo concreto a la Revolución Americana. Y aunque esta última tenga un carácter demasiado abstracto por la desconexión absoluta con el M.R.13, se impone, entonces, como paso previo, entrar en contacto con este movimiento, que no impedirá, indudablemente, seguir nuestra propagandización a través de nuestra prensa.

Además es bueno que insistamos en lo que ya discutimos en el primer Congreso del PRT. Tanto el frente único con las corrientes antiimperialistas, como la lucha por la Federación con Cuba, no nos debe impedir señalar que estas corrientes no podrán derrotar al imperialismo yanquí. Sólo el movimiento obrero podrá acaudillar la lucha por la independencia nacional. Por eso la Liberación nacional pasa hoy esencialmente por lograr darle una dirección y un programa revolucionario al movimiento obrero. 

Desgraciadamente la CGT con su dirección no cumple este papel, pero esto no quiere decir que por esta razón desconozcamos la necesidad de una lucha antiimperialista en nuestro país y que precisemos que SOLO EL MOVIMIENTO OBRERO TIENE LA FUERZA SUFICIENTE PARA ENFRENTAR AL IMPERIALISMO EN NUESTRO PAIS.

Es a través de esta combinación de acuerdos con las corrientes antiimperlalistas pequeño-burguesas por un lado, pero de trabajo profundo en el seno del movimiento obrero por el otro, para posibilitar una dirección revolucionaria que se de un programa de liberación nacional que pase a la verdadera lucha antiimperialista. 

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