- El gobierno de Dina Boluarte, de la mano del Congreso, ha desatado una feroz represión en el interior del país con la finalidad de derrotar la rebelión popular que desde los distritos y provincias más pobres del campo ha tomado las ciudades del Sur, enfrentando lo que entienden como el robode sus votos por el congreso.
27 muertos es el saldo, hasta el momento, del estado de emergencia dictado por el gobierno asesino de Boluarte-Congreso, que ha dado carta libre para que las fuerzas armadas y policiales disparen a matar.
- De otro lado, buscando legitimarse e impedir que el movimiento ascienda y se unifique en una lucha de carácter nacional, el Congreso, en una segunda sesión, ha aprobado el adelanto de las elecciones generales a abril de 24, en un cronograma hecho a su medida y faltando una segunda votación.
- Nada tiene que ver lo acordado por el Congreso con lo que exige el pueblo pobre que está luchando.Lo que se agita en las calles es que se vayan el Congreso y Boluarte ya mismo. Y que se convoque a elecciones inmediatas y una Asamblea Constituyente.
- Lamentablemente, hasta el momento, la política de las dirigencias de las centrales sindicales, como la CGTP, ha impedido que la clase trabajadora se una a la movilización encabezada por la población del campo que ha llegado a las ciudades para enfrentar al gobierno.
- Esta es la misma política implementada por los partidos que se dicen “de izquierda”, quienes aferrados a su estrategia electoral, han evitado pronunciarse de forma categórica frente a la situación que vivimos.
Ni Verónika Mendoza, ni Arana, ni Huilca o Glave han hecho un llamado franco a potenciar la rebelión popular, a extenderla, ni a demandar la caída inmediata del gobierno y el Congreso.
- Ahora, 27 muertos después, la CGTP comienza a hablar de la posible convocatoria a un Paro Nacional. Sin embargo, su convocatoria está supeditada a una Asamblea Nacional de Delegados que no tiene fecha… cuando la lucha es ahora pues en las calles del interior del país, el pueblo sigue poniendo los muertos.
- Hoy la lucha del pueblo trabajador plantea una disyuntiva de hierro: o triunfan ellos, montados en su sangrienta represión, o triunfan las organizaciones que se encuentran movilizadas. O las balas garantizan la continuidad del régimen de democracia corrupta, o ese régimen cae a manos de la movilización popular. Nosotros apostamos por lo segundo.
Por eso, para lograr este objetivo, hay que extender la lucha, profundizar las coordinaciones de base y demandar a la dirigencia de la CGTP la convocatoria inmediata al paro nacional por la caída del gobierno Boluarte – Congreso, poner fin del estado de emergencia, y el cumplimiento de las demandas de la rebelión popular en curso.
Todo posible de lograr en base a la acción unificada y nacional del pueblo y la clase trabajadora. Basta recordar que, cuando en las calles se echó abajo el régimen corrupto y asesino de Fujimori – Montesinos (noviembre de 2000), la patronal y sus partidos se convocaron a elecciones para 5 meses después (abril de 2001), temeroso de que la acción del pueblo trabajador
- Es necesario, también, discutir y organizar en las bases movilizadas la autodefensa del pueblo movilizado ante la represión y hacer un llamado a la tropa de las FF.AA. y de la policía a no disparar contra sus hermanos y hermanas que se encuentran luchando. ¡Desobedezcan a sus oficiales y únanse a la lucha del pueblo pobre y trabajador!
- Finalmente, desde el Partido Socialista de los Trabajadores pensamos que la lucha del pueblo contra la represión y este gobierno aliado del Congreso, pone sobre la mesa, sin embargo, un tema de fondo: ¿Quién debe gobernar el país?
El Congreso y Boluarte apuestan a controlar la situación tras las fiestas e imponer su calendario para gobernar contra los trabajadores y el pueblo. Los partidos reformistas, incluso los que se dicen “de izquierda”, todo el problema se reduce al calendario electoral.
De fondo, ninguno de estos sectores está dispuesto a tocar un pelo de los intereses de quienes dominan el país: las mineras, petroleras y la agroindustria. Tampoco de los grandes bancos y corporaciones. Así como de los intereses imperialistas.
Nosotros pensamos que el camino es precisamente el contrario: para sacar al país de la miseria que desveló la pandemia de covid 19 y los 240 mil muertos que puso el pueblo pobre, es imprescindible recuperar las minas, pozos petroleros y las tierras del país, para poner toda esa riqueza al servicio del pueblo trabajador y sus necesidades. Es urgente repartir el trabajo entre todos los que lo necesiten, y para eso debemos tomar las fábricas y grandes comercios para dar trabajo. Debemos romper con el imperialismo que nos parasita y condena a la postración y la barbarie.
Todas medidas que solo podremos tomar si somos los trabajadores y el pueblo quienes tomamos el poder en nuestras manos, por medio de nuestras organizaciones de lucha. Esta es la enorme tarea que de fondo vuelve a estallar frente a nosotros. Un gobierno obrero y popular que levante un plan de emergencia para dar solución a las demandas del pueblo pobre, y encamine al país en la senda del socialismo, y defienda sus medidas con la autodefensa organizada de todo el pueblo pobre.
¡Convocatoria a elecciones generales ya!
¡Asamblea Constituyente para recuperar la tierra y nuestros recursos naturales, garantizar trabajo, salud y educación para el pueblo pobre del campo y la ciudad!
¡Por un gobierno de las organizaciones obreras y campesinas, y de los que están luchando!
Pronunciamento del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), sección Peruana de la Liga Internacional de los Trabajadores
