Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

A qué viene Obama

A mediados de marzo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, iniciará un viaje histórico por el Caribe y América Latina. La primera escala será en La Habana. Allí busca consolidar los avances en el sometimiento del régimen encabezado por los Castro al imperialismo, en los que ha tenido un rol muy destacado el Papa Francisco.
Luego vendrá a la Argentina y estará aquí nada menos que el 24 de Marzo, cuando se cumplan 40 años del golpe genocida de 1976. Aquí busca dar una fuerte muestra de apoyo al gobierno de Macri que, como demostramos con los datos publicados en estas páginas, en poco tiempo ha dado pasos decisivos en el sentido de alinear al país con lo que es la actual política imperialista para América Latina.

Por PSTU

¿En qué consiste esa política?

En la década anterior America Latina estuvo caracterizada por gobiernos como el de Hugo Chávez, los Kirchner, Evo Morales, Lula y Dilma. Estos, que de una forma u otra fueron producto de los estallidos y reclamos populares de la década del 2000, aprovechando la mejora de la situación económica (por la suba del petróleo, de la soja etc.) y para terminar con esos procesos de movilización, tuvieron políticas sociales que resultaron en una mejora de las condiciones de vida, en relación al periodo de crisis anterior, de los trabajadores y el pueblo en cada uno de esos países. Esto no quiere decir que las grandes multinacionales no se beneficiaron, por el contrario, con el alza del consumo, las devaluaciones sucesivas y la precarización laboral (que les permite reducir la inversión en salarios), fueron fuertemente beneficiadas.
Sin embargo, al calor del desarrollo de la crisis mundial con esta forma ya no les alcanza. Por eso las potencias orientan a aumentar el saqueo y la explotación de toda la región para sostener las ganancias de los bancos y las multinacionales cada vez más amenazadas por la crisis.
Los gobiernos del período anterior ya venían aplicando la nueva orientación imperialista con fuertes medidas de ajuste y un re-endeudamiento. Pero el de Macri es uno de los primeros surgidos en la región que, dejando de lado las banderas populistas, asume plenamente las banderas de la austeridad capitalista sin disimulos. Como lo hizo recientemente en declaraciones públicas en el Foro de Davos, donde Macri fue aplaudido por muchos de los principales capitalistas del mundo.

Los pasos de Macri

De ninguna manera se trata sólo de gestos simbólicos. Siguiendo la orden del juez Griesa de Nueva York que maneja el juicio con los fondos buitre que no aceptaron las reestructuraciones kirchneristas de la deuda en 2005 y 2010, Macri se prepara para derogar dos leyes –la ley Cerrojo y la ley de Pago Soberano- que limitan el nivel de endeudamiento y de pagos de ese fraude que es la deuda externa. La oferta de pagar 6500 millones de dólares a los fondos buitre es, así, sólo el primer paso en un fuerte avance en el sometimiento a los usureros internacionales.
Junto con esta profundización de la entrega del país a los fondos financieros, Macri ha efectivizado ya la eliminación/reducción de los impuestos a las exportaciones de los sectores agro-industriales, combinado con la creciente eliminación de subsidios a empresas industriales y de servicios, desatando un verdadero salto en las tarifas y precios internos. Lo que se ve fogoneado por la devaluación, hasta ahora alrededor del 40 por ciento y que amplios sectores burgueses ya consideran poco.
Sumado a la eliminación del cepo que trababa parcialmente la remesa de ganancias de las multinacionales y los bancos internacionales al exterior, Macri ha completado en diez semanas cambios que se resumen en la reducción en un 30% de los ingresos de los trabajadores y un traspaso de más de 30.000 millones de dólares a banqueros, fondos buitre y monopolios imperialistas.

Entonces ¿A qué viene Obama?

Obama viene a decirle a Macri que va por el buen camino. Que es un verdadero abanderado del ajuste para Argentina y América Latina. Sin embargo no podemos desconocer que Obama es visto por muchos, como más “amigable” que Bush, por ejemplo para America Latina. En este sentido, el primer presidente negro de EE. UU., el Premio Nobel de la Paz, viene también a dar una mejor cara al gobierno de Macri y a felicitarlo por la labor en Derechos Humanos.
Que el presidente yanqui venga en el aniversario del sanguinario golpe de hace 40 años al servicio de las multinacionales, orquestado por EE. UU. para toda la región mediante el Plan Cóndor, no deja de resultar indignante. Sin embargo, la elección de una fecha nunca es casual ¿Vendrá Obama a buscar la simpatía del pueblo argentino, uno de los más antiyanquis del mundo, aun cuestionando el accionar de su país frente a las dictaduras?
Aunque aun no lo sabemos, es algo que no se puede descartar. De hecho Pérez Esquivel declaró recientemente haber recibido una carta de Obama en la cual “reconoce que nosotros teníamos razón: el gobierno estadounidense fue responsable por los golpes de Estado en América Latina.” Pero venga con el discurso que venga, como siempre fue en la historia nada bueno puede venir de las garras del águila imperial para nuestro continente. A veces con simpatía, a veces por la fuerza lo que intenta Estados Unidos es aumentar su dominación política y económica en nuestro continente.
Frente a ello, los trabajadores y el pueblo argentino tenemos la oportunidad de mostrar al mundo nuestro repudio a Macri y su padrino Obama. Expresar en las calles el rechazo al ajuste que nos vienen imponiendo los banqueros y las multinacionales a nivel continental y en el país para pagar la crisis que ellos mismos provocaron. Y decir con toda la fuerza, en el bicentenario de la declaración de nuestra Primera Independencia, que hoy los trabajadores y los pueblos del continente, para impedir que nos hundan en un pozo de miseria, debemos alzarnos por la Segunda Independencia

Medidas fundamentales por la segunda independencia

– Desconocimiento y no pago de la fraudulenta deuda externa. Rechazo a la derogación de la ley Cerrojo y la ley de Pago Soberano. Que ese dinero se destine a presupuesto para salud, educación, viviendas y para combatir la violencia contra las mujeres.
– No a los aumentos de tarifas, basta de subsidios a las empresas. Estatización y nacionalización bajo control obrero de los recursos naturales y la tierra; del comercio exterior y las finanzas; y de la gran industria, los servicios y el transporte.
– Prohibición inmediata de los despidos. Que se repartan entre todos los trabajadores las horas de trabajo necesarias para cubrir la producción, sin reducción salarial. Efectivización y pase a planta permanente de todos los contratados
– Aumento de salario del 40% para todos los trabajadores. Ningún salario por debajo de la canasta familiar. Cláusula gatillo para combatir la inflación. 82% móvil para los jubilados.
– Plan de obras públicas, que emplee a lo actuales desocupados, para construir 3 millones de viviendas, hospitales, escuelas, redes sanitarias, de energía, y demás necesidades populares, garantizando trabajo genuino con salario igual al costo de la canasta familiar
– Fuertes impuestos progresivos a las grandes fortunas. Eliminación del IVA y el Impuesto al Salario.

 

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