Jue Mar 28, 2024
28 marzo, 2024

29M: Lecciones de la huelga

La lucha por la  unidad obliga a diferenciar

Cuanto más arrecia la crisis y el estado inicial del shock deja paso a la lucha, a las huelgas, más crece entre la clase obrera, especialmente entre sus activistas, ese sentimiento legítimo de unidad para enfrentar las medidas de guerra social que aplica el gobierno.


La unidad de los trabajadores/as es una necesidad para poder enfrentar los planes del enemigo. Por eso, ver crecer el sentimiento de unidad es enormemente progresivo. Durante años el discurso neoliberal de los defensores del sistema capitalista, ensalzó una y otra vez los valores individuales contra los colectivos, satanizando todos los valores de solidaridad y unidad de los trabajadores/as.

Por eso que millones de trabajadores salgamos unidos a la calle y ese sentimiento de la necesidad de la unidad vaya creciendo es un avance digno de ser ensalzado.

Si, si unidad pero para luchar

Pero cuanto más luchemos por la unidad mas obligados estamos a decir claro de qué unidad hablamos y a separar distintos niveles de la misma.

Con motivo de la convocatoria de la Huelga General, las direcciones regionales de Madrid de CCOO y UGT, por primera vez, nos citaron a varias organizaciones sindicales. Se trataba, según los dirigentes de CCOO y UGT de firmar un escrito común llamando a la huelga general del día 29, mostrando la más amplia unidad sindical. Sin embargo tanto Cobas, como varias organizaciones sindicales, no lo firmamos.

Dijimos, estamos a fondo con la huelga del día 29, estamos tan a fondo, que incluso estábamos preparando ese día antes de que CCOO y UGT convocarais. Tenemos por tanto dos grandes acuerdos unitarios con CCOO y UGT; uno es que rechazamos la reforma laboral, el otro que el día 29 iremos a la huelga. Es un gran acuerdo de unidad de acción. Fuera de esos dos, no tenemos el menor acuerdo con los dirigentes de CCOO y UGT.

Nosotros no convocamos una huelga general para ver si el gobierno nos llama al día siguiente a negociar la reforma en base al acuerdo que los dirigente de CCOO y UGT firmaron con la CEOE, un acuerdo sin consulta a la base y que recoge en su contenido tres cuartas partes de la reforma.

Nosotros no llamamos a una huelga para al día siguiente no dar continuidad o firmar un pensionazo como hicieron Toxo y Méndez. Como gritamos en las manifestaciones, si, si unidad pero para luchar. Mientras las acciones convocadas sean para enfrentar al gobierno y a sus planes, la unidad de acción es necesaria y progresiva para impulsar la movilización.

Pero en nombre de la unidad, obviar el papel siniestro y entreguista de la burocracia sindical, olvidar sus traiciones, es oportunismo, desarma a los trabajadores, lava la cara a la burocracia sindical y convierte la “unidad” en una trampa mortal para llevar la lucha obrera hacia la conciliación con la patronal y el gobierno. Cuando se han convocando movilizaciones multitudinarias como los pasados 7 y 19 de febrero, defender la unidad de acción contra el gobierno exigía apoyar esas movilizaciones y allí estuvimos. Pero juntos no obligaba a ir revueltos. Por la unidad de acción allí estuvimos, por la delimitación obligada de la burocracia lo hicimos como bloque alternativo.

La unidad en un Frente de organizaciones obreras

Hacer avanzar y profundizar la movilización obrera, hacer que no solo vayan contra la burguesía, sino que rompan con las direcciones burocráticas y entreguistas, exige ir formando acuerdos unitarios que empujen en esa dirección y se fortalezcan como referentes de clase en esa lucha. Se trata por tanto de ir fraguando otro nivel diferente y superior de unidad. Esa es la unidad que se da en los Frentes. La unidad adquiere un carácter más estable y se va forjando alrededor de la lucha y de un programa. La importancia de un frente de organizaciones obreras, tanto sindicales como políticas o sociales, es crucial para el impulso de la unidad de acción, para ofrecer una salida obrera a la crisis, para ir así creando un referente de clase resueltamente opuesto al gobierno y a la burocracia sindical. La experiencia en Madrid de la Plataforma Unitaria Hay Que Pararles Los Pies, muestra que esa unidad se va fraguando con paciencia, permite ir creando un referente alternativo y la suma de esas organizaciones tiene un efecto multiplicador sobre las fuerzas de cada una por separado.

{module Propaganda 30 anos}El camino de la unidad sindical

La derrota del movimiento obrero durante la llamada transición tuvo como uno de sus máximos exponentes la diáspora sindical que se fue generando en la ruptura con la burocracia sindical, especialmente la de CCOO.

Los últimos años han ido propiciando un acercamiento de varias de estas organizaciones sindicales, importantes reuniones estatales, aunque faltas de continuidad y coordinación estable. Ese acercamiento ha fraguado en Coordinaciones estables en lugares como Catalunya, Canarias, Madrid, Aragón… En ese marco de trabajo común se ha ido perfilando la apuesta por un sindicalismo de clase, combativo, basado en las asambleas, en el repudio a los pactos sociales. La crisis de la burocracia sindical, su creciente descredito entre los trabajadores/ as, exige un referente sindical solido que se sitúe como alternativa ante millones de trabajadores. La lucha por una Central Única de Trabajadores basada en la pluralidad y la democracia obrera, lucha que los dirigentes de CCOO abandonaron de lleno, recobra hoy día toda su vigencia.

Abrir un proceso constituyente entre las organizaciones sindicales que vienen trabajando más cotidianamente (Intersindical, CSI, Cobas, CSM…) no es tarea sencilla, pero sin duda sería el primer paso y cuando menos este debate estamos obligados a iniciarlo, cuanto antes mejor.

Ahora, la continuidad

Como informamos en el anterior número de Pagina Roja, el pasado 21 de Enero se celebró una reunión de las organizaciones sindicales alternativas y de clase. En la resolución acordada se marcaba tanto el rechazo a las medidas del gobierno y la Troika, como las reivindicaciones que debe levantar el sindicalismo de clase. Se acordó «impulsar la movilización general y unitaria», por apoyar a «todos los sectores en lucha y sus movilizaciones». «para el mes de marzo una jornada de movilización general». Dicha resolución aclaraba que si de parte de la Confederación Intersindical Galega (CIG) o la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK…) se convocaba una huelga general, haríamos coincidir las fechas de esa movilizaciones con la convocatoria de la huelga.

Finalmente, tras conocerse la decisión de la mayoría sindical vasca y de la CIG de convocar el 29 de marzo la huelga general en Euskal Herria y Galicia, las organizaciones sindicales firmantes de este acuerdo resolvimos convocar jornada estatal de lucha el 29M. El resto de la historia es ya conocida, se acabaron sumando las organizaciones sindicales canarias y finalmente los dirigentes de CCOO y UGT pusieron su firma a la huelga general mas convocada por la voluntad de la base obrera y del sindicalismo de clase alternativo, de todas las huelgas generales de los últimos 30 años.

Tras este éxito, el sindicalismo alternativo y de clase tiene ante sí el desafío de ponerse al frente de la batalla por un plan de continuidad de la lucha hasta lograr los objetivos.

Se hace pues urgente una nueva reunión que precise nuevas propuestas por la continuidad, que redoble el apoyo a todas las luchas obreras que se vayan dando, reafirme su propuesta de cinco puntos como tabla reivindicativa de la lucha y dé un marco estable a esa coordinación.

Los dirigentes de CGT y CNT deben acabar con esa política sectaria que divide y sumar fuerzas a este empeño por conformar un polo de clase alternativo a la burocracia sindical.

Fuente: Página Roja nº 11, Abril 2012

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