Cada 28 de septiembre desde 1990, diversidad de organizaciones se unen por una única causa: realizar acciones globales por la legalización del aborto en el mundo. La razón es que entre 22 y 44 mil mujeres mueren al año por complicaciones evitables del aborto inseguro, 40% de ellas nunca logra ser atendida.
Por: María Paula Hougton
En esta ocasión desde la LIT, en el marco del 28 de septiembre día de accion global por la despenalización del aborto, hacemos una campaña internacional para rodear la justa lucha de las mujeres salvadoreñas, sujetas a una de las legislaciones más restrictivas del planeta, que diariamente pone en riesgo sus vidas, hace un tiempo fue conocido el caso de Beatriz quien fue forzada a dar a luz una bebé sin cerebro, y recién conocimos el caso de una mujer que ha muerto de cáncer con su feto dentro a consecuencia de la negación del aborto, hay 14 mujeres presas por delito de aborto, aun cuando han tenido abortos espontáneos.
En la Argentina, donde existe el aborto no punible por causales desde 1927, los derechos de las mujeres que estuvieron suspendidos durante décadas, ahora se aplican de manera desigual dependiendo de la provincia. Los profesionales han tenido que recurrir al derecho a la información para poder explicar a la mujer como realizar un aborto con pastillas en casa, si bien defendemos este derecho a la información, lo que debería suceder es la prestación del servicio por parte del estado. Este año la lucha ha sido por la libertad de mujeres presas por llegar al hospital público con abortos incompletos, la pelea concreta fue por Libertad para Belén, una joven tucumana condenada a 8 años de prisión, gracias a la movilización se logró que Belén esté hoy en libertad.
Panorama del mundo
En la última década el aborto disminuyó en los países imperialistas y aumentó en los países semicoloniales a causa de los recortes en sanidad y presupuesto, que generalmente vienen acompañados de ataques y retrocesos en las leyes que protegen a las mujeres. Las crisis económicas suelen acompañarse del ascenso de ideologías machistas, que pretenden volver a la mujer al hogar cuando el mercado del trabajo es incapaz de absorber la oferta de mano de obra femenina. También en países imperialistas golpeados por la crisis, como el Estado Español han existido intentos por desmontar los derechos, pero estos han sido contenidos por la movilización.
Cada año ocurren 56 millones de abortos en el mundo, el 88% de los abortos inducidos ocurre en los países pobres, las tasas de aborto son de 37 y de 27 por mil respectivamente.
Entre 2010–2014, la tasa más alta ocurrió en el Caribe con 65 por mil, y en América del Sur en 47 por mil. Las tasas más bajas fueron en América del Norte, en 17, y en Europa Occidental y del Norte, ambas en 18.
Europa Oriental bajó de 88 a 42 por mil, siendo todavía altísima. En África fue de 34 por mil. Todas las subregiones de Asia tienen tasas cercanas al promedio regional de 36 por mil.
La tasa más alta está entre las casadas con 36 por mil vs 25 para mujeres solteras.
Aquellos que dicen defender la vida, únicamente logran cegar la vida de las mujeres
Las leyes de aborto altamente restrictivas no están asociadas con tasas de aborto más bajas. La tasa es de 37 abortos por mil mujeres en edad reproductiva en aquellos países en donde está prohibido del todo o solo se permite para salvar la vida de la mujer, en comparación con 34 por mil en donde el aborto está disponible a solicitud, una diferencia que no es significativa, pero está a favor de la despenalización.
Por el contrario, las leyes restrictivas conducen a la realización de procedimientos inseguros, que llevan a complicaciones y muertes que pudieron evitarse con la prestación de servicios gratuitos.
Otra buena cantidad de abortos inseguros suceden en países donde el aborto está despenalizado por causales, pero el servicio no se presta o se presta de manera insuficiente, tales son los casos de Colombia y Argentina, donde la causal salud debería cobijar la gran mayoría de abortos al ser el embarazo no deseado un riesgo para la salud mental y social. Como resultado de la oposición de grupos reaccionarios, la agenda de la iglesia católica como factor de presión sobre los gobiernos aún de los que posan de progresistas, y el uso indebido de la objeción de conciencia, la mayoría de abortos se siguen realizando en la ilegalidad y en muchos casos en la insalubridad. Muchas mujeres en estos países, además continúan el embarazo sin siquiera llegar a saber de su derecho, o presionadas por su entorno social y familiar que les inculca durante años prejuicios profundamente arraigados en la conciencia, que de cierta forma las obligan a mantener el embarazo sobre todo en edades muy tempranas. Las adolescentes, en muchas ocasiones consideran el aborto un crimen, y son educadas para creer que la maternidad es una forma de realización personal.
Debemos exigir que en los países que existe la despenalización por causales, estas se apliquen. Estamos porque la causal salud sea comprendida de manera amplia y cobije tanto la salud mental, como la salud social, y no únicamente el riesgo inminente de morir como muchos la interpretan. Diversos estudios han confirmado que la continuación forzada del embarazo no deseado conlleva a mayor riesgo de depresión, ansiedad, conductas autolesivas, maltrato intrafamiliar y menores ingresos durante el resto de la vida. De hecho, la continuación forzada del embarazo es considerada una forma de tortura.
El aborto seguro no es peligroso
Lo que es peligroso es el aborto inseguro, mientras que miles de mujeres mueren por complicaciones de abortos inseguros y cerca del 40% sufren complicaciones. La mortalidad por aborto seguro no llega ni al 1 por 100 mil, un aborto médico tiene menor riesgo que cualquier parto o cesárea a término. El mito de los peligros del aborto se apoya en las complicaciones del aborto inseguro y se usa para argumentar en contra de los derechos, intimidando a las mujeres que buscan ejercer su derecho.
Anticonceptivos para no abortar
En los países donde existen las leyes más restrictivas, existen al mismo tiempo las menores facilidades de acceso a anticoncepción, 225 millones de mujeres en el mundo no tienen acceso adecuado a métodos anticonceptivos, ni a servicios adecuados de salud sexual y reproductiva, no cuentan con la educación suficiente e incluso es prohibida la educación en materia sexual.
EL 25 % de las mujeres casadas no tienen acceso a anticoncepción, siendo la mayoría de países de África. La falta de acceso es mayor entre las mujeres que tienen menos educación, viven en zonas rurales o de las familias más pobres.
Las mujeres, aunque haya un acceso formal (existen leyes o normas en su país de residencia que promueven y garantizan la anticoncepción) pueden tener otras barreras de acceso “invisibles” y no tan fáciles de franquear. Cuando se les pregunta los motivos por los que no usan métodos pese a no desear un embarazo, muchas se refieren a miedos a los efectos adversos por ejemplo miedo a engordar, creer que no se queda embarazada durante la lactancia, creencias sobre la afectación que tiene sobre el sentido de la feminidad, miedo a lo que opinen sus familiares y oposición directa de la pareja (“mi esposo no me deja”). Por estos motivos la consigna empieza con educación para decidir, hasta el 74% de abortos se podrían evitar con educación y acceso a la anticoncepción.
No es posible evitar todos los abortos, de hecho, en los países donde existe amplio acceso a la anticoncepción los grupos reaccionarios antiderechos se oponen al aborto, argumentando que no existe justificación para abortar en países donde hay anticoncepción gratis y disponible. Cerca de un cuarto de los abortos no puede prevenirse con anticoncepción dado que todos los métodos pueden fallar aún con un buen uso, los anticonceptivos no pueden evitar que la mujer sea diagnosticada con una enfermedad cuando ya está embarazada, tampoco pueden evitar que cambie su situación socioeconómica (ser despedida, ser abandonada por la pareja), ni menos evitar las malformaciones; la educación y la anticoncepción disminuyen el aborto más que cualquier prohibición pero igual muchas mujeres siguen necesitando uno, por eso un derecho no puede anular el otro.
Zika y Aborto
Este año no es posible hablar de aborto sin referirnos a la epidemia de Zika que afectó a gran parte de América Latina, cada vez más se hace evidente la correlación positiva entre Zika congénito y microcefalia. Esta situación puso sobre la mesa el debate sobre el aborto, dado que en general se trata de casos que se diagnostican tardíamente en el embarazo y que a ciencia cierta no son causa de muerte para la mujer ni para el feto. Este caso debe servir como ejemplo de que lo que debe prevalecer es la autonomía, que las leyes que restringen la edad gestacional ponen sobre la mujer, en especial la mujer pobre cargas desproporcionadas a consecuencia de hechos que no son su responsabilidad.
Nuestra apuesta ha sido y sigue siendo por exigir a los estados medidas reales de control de epidemia como la fumigación, la distribución gratuita de repelentes, distribución masiva de anticonceptivos, aborto libre para toda mujer que lo solicite sin obligarla a realizar o esperar pruebas demoradas y costosas, y atención integral a los hijos de las que deseen continuar la gestación.
Un problema de clase
El problema del aborto inseguro y sus consecuencias es un problema de clase, las mujeres trabajadoras, pobres, afros e indígenas alrededor del mundo son quienes se ven obligadas a recurrir a procedimientos inseguros, las mujeres de clases altas pueden salir de su país para practicarse el aborto o incluso pagar en su país un servicio clandestino pero seguro.
Incluso en los países donde el aborto está permitido por causales y hasta determinada edad gestacional, sean doce o más semanas, son las mujeres pobres, las menos educadas, las campesinas y las jóvenes las que pagan las consecuencias. Todas las restricciones afectan a aquellas que por sus condiciones de vulnerabilidad tienen menos oportunidad de acceder al sistema de salud, se enteran más tarde del embarazo o se demoran en tomar la decisión a causa de prejuicios religiosos o culturales.
¿Entonces en el socialismo se promoverá el aborto?
Los y las socialistas no promovemos el aborto sino la autonomía de las mujeres, consideramos a la mujer como un ser humano sujeto de derechos, capaz de tomar decisiones sobre su vida y su salud, y como sujeto moral que no requiere más que su propia conciencia para determinar entre el bien y el mal.
Cuando la clase trabajadora tome el poder, no estamos por promover el aborto, ni menos por forzar a ninguna mujer a realizarlo. Estamos por garantizar la prestación de un servicio de salud y la garantía de un derecho a cargo del estado, es decir, cuyo único requisito sea la libre decisión de la mujer, independientemente de sus razones, de su condición laboral o social, de su edad, o del tiempo que lleve el embarazo.
Los servicios de aborto libre, siempre deben ir acompañados de acceso libre y universal a la anticoncepción, y de programas de atención prenatal integrales y gratuitos para todas aquellas mujeres que desean ser madres. No se debe obligar a abortar a ninguna mujer aunque su embarazo sea fruto de violación, el feto esté malformado o incluso si tiene demasiados hijos o está en peligro de muerte, sólo la mujer puede tomar estas decisiones, el estado únicamente debe garantizar sus derechos.
La salida está en la lucha
Como mujeres, como socialistas, nos sumamos a las voces en todo el mundo en contra del recrudecimiento de las leyes anti aborto en el Salvador y en el mundo. El Salvador es uno de los pocos países en el mundo en que el aborto no se permite ni para salvar la vida de la mujer, recientemente un diputado de ARENA ha propuesto aumentar las penas por aborto de 30 a 50 años, ni siquiera los feminicidas pagan esa pena en la mayoría del continente. El mensaje es claro, la vida de la mujer no vale.
Al contrario uniremos esfuerzos por conseguir a nivel global aborto libre, seguro y gratuito. Esos esfuerzos deben ser esfuerzos conjuntos de toda la clase trabajadora y todos los oprimidos del mundo. El problema del aborto inseguro no es un problema únicamente de las mujeres, por el contrario, es un problema de toda la sociedad, las organizaciones de la clase por ejemplo los sindicatos deben ser abanderados de esta lucha, la verdadera lucha por la vida.
Debemos conseguir la despenalización total para que no sea necesario probar causales, la voluntad de la mujer y sus razones deben ser suficiente causa para ejercer el derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre su vida.
No debemos depositar nuestra confianza en ningún gobierno ni siquiera si dice que es de izquierda, porque muchos de ellos hacen pactos con las iglesias para no avanzar en la legislación por el aborto como fue el caso de Dilma Rouseff. Tampoco podemos fiarnos de organizaciones donde participan las mujeres burguesas, las gobernantas y las millonarias, porque aunque podemos tener intereses comunes ellas siempre pondrán por encima de la lucha los intereses de sus gobiernos, de sus negocios o de sus adineradas familias, es decir, los intereses de su clase. Podemos luchar junto a ellas por las cosas que nos unan pero no fiarnos de ellas, al contrario debemos mantener nuestra independencia de clase, organizándonos como trabajadoras y oprimidas, y consiguiendo el apoyo del hombre trabajador.
Debemos seguir el ejemplo del Estado Español donde la movilización en las calles logró derrotar las medidas contra las mujeres, debemos movilizarnos en todos los lugares del mundo por las mujeres de el Salvador, Chile y demás países donde el aborto es un delito.
20 de Septiembre de 2016
Fuentes:
https://globaldoctorsforchoice.org/es/recursos/gdc-colombia-publicaciones/
https://www.guttmacher.org/es/fact-sheet/aborto-inducido-nivel-mundial
